MASACRE, banda colombiana del death metal llegaba a Barcelona de nuevo como parte de su gira europea 2025.

Desde antes del concierto se percibía un ambiente cargado de fervor: fanáticos llegaban con camisetas viejas de la banda. La expectativa era máxima: muchos los veían como una de las pocas bandas latinoamericanas con voz propia, capaces de impactar en cualquier escenario del mundo.

​

Los colombianos empezaron con uno de sus clásicos más brutales “Escoria” y desde el primer momento desplegaron una contundencia sonora: guitarras afiladas, batería con doble bombo implacable, bajo presente, voces guturales graves que retumbaban.

El público respondió con un pogo colectivo, cabezazos, aplausos frenéticos. La mezcla técnica se mantuvo clara: las guitarras no sepultaban al bajo, la batería tenía presencia y las voces se proyectaban sin perder nitidez.

​

Entre canción y canción, Alex Oquendo, vocalista de la banda, aprovechaba para dirigirse a los asistentes, agradeciendo por su presencia y comentando que en Barcelona siempre son muy bien recibidos. Eso generó una vibra cercana, sacando de la rigidez del género una chispa de humanidad.

​

Hacia el final, la banda no dio tregua: incluyó los temas más esperados, “Guerra”, “Éxodo” o “Imperio del terror” con riffs memorables, solos agresivos y estallidos de velocidad. Para culminar se reservó probablemente su himno más demoledor “Death metal forever” el cierre fue explosivo: últimas notas, aplausos, gritos, abrazos entre asistentes, guitarras al aire, sudor en el ambiente. El público no quería que terminara, y hubo prolongados ovaciones, pidiendo repetición.