
BAD RELIGION+AGNOSTIC FRONT+CRIM+STRUNG OUT+BELVEDERE
17.05.25 / Poble Espanyol
La noche del pasado sábado 17 de mayo el Poble Espanyol se tiñó del mejor punk rock y hardcore. Una alineación que parecía sacada del sueño más salvaje de cualquier fan de este tipo de música: Belvedere, Strung Out, Crim, Agnostic Front y los legendarios Bad Religion. Una jornada inolvidable que combinó energía cruda, compromiso social y una conexión auténtica con el público.
Los canadienses BELVEDERE fueron los encargados de abrir el fuego. Con su característico skate punk técnico y acelerado, ofrecieron una descarga impecable de riffs vertiginosos y baterías precisas. Temas como "Two minutes for looking so good" y “Repetition rejection” prendieron la mecha, calentando a un público que llegó puntual y con ganas de moverse.

Belvedere


Strung Out
Desde California, STRUNG OUT subió el listón con una mezcla demoledora de punk melódico con tintes metaleros. Su ejecución precisa y poderosa dejó claro por qué son una banda de culto. "Too close to see", "Analog" y "Velvet Alley" fueron algunos de los temas que resonaron con fuerza. Su presencia escénica fue magnética y el mosh pit comenzaba a rugir con seriedad. Habia muchas ganas de ver de nuevo a la banda norteameriaca en Barna ya que no se prodigan últimamente mucho por aquí.



Crim
El turno para CRIM, orgullo del punk en catalán, fue un punto alto de autenticidad. Su sonido, que bebe de los grandes del street punk pero con una identidad muy marcada, logró conectar con la mayoría del público del recinto ya empezaba a abarrotarse. "Blau sang, vermell cel" y "Pare nostre que esteu a l’infern" fueron coreadas con fuerza por todos sus fans . Los catalanes demostraron que el punk también se canta desde la trinchera local con impacto global.



Agnostic Front
Con AGNOSTIC FRONT, el ambiente se volvió puro y crudo. Los fundadores del NYHC ofrecieron un set cargado de historia, actitud y violencia sonora como en todos sus shows. Roger Miret, imponente, arengó a la multitud mientras "Gotta go" y "For my family" estallaban como himnos de guerra. La intensidad fue tal que el pit se convirtió en una zona de combate fraternal. Nombrar también al gran Stigma que no dudo en coger el micro y demostrarnos sus dotes como cantante en el ecuador de la actuación de los neoyorquinos.



Llegaba el momento que más esperaba la gente, la hora de presenciar a los padres del punk rock actual, BAD RELIGION. Pocas bandas pueden mantener durante décadas la coherencia, la energía y la lucidez que caracteriza a estos titanes del punk.
Con una precisión quirúrgica, desplegaron un repertorio de clásicos: "Recipe for hate", “Supersonic" y "You are (the goverment)" fueron las encargadas de empezar el show, recibidas con auténtica devoción. Greg Graffin, carismático y didáctico como siempre, alternaba mensajes críticos con una interpretación vocal impecable. La banda suena tan sólida como siempre, sin artificios, sin necesidad de adornos: solo música y mensaje.
Siguieron con otros clásicos, tales como: “No control”, “Modern man” o “Generator” con la que la gente ya perdió la cabeza por completo.
Tanto la banda como los asistentes se notaban que estaban disfrutando de lo lindo llegando al éxtasis con el último tema interpretado por los angelinos, “American Jesus” y terminar la velada por todo lo alto.
Setlist Bad Religion:
Recipe for hate Supersonic You are (the Government) Candidate No control Struck a nerve New dark ages Modern man My sanity Faith alone I want to conquer the world Fuck armageddon... This is Hell Fields of Mars Do what you want We're only gonna die True North Atomic garden Generator You 21st Century (Digital Boy) Infected Cease Anesthesia Sorrow American Jesus
El concierto no fue solo un desfile de bandas, sino un testimonio viviente de la vitalidad del punk en sus múltiples formas. Desde el skate punk hasta el hardcore callejero y el punk melódico, esta noche fue un homenaje a la resistencia, la pasión y la comunidad que el género sigue convocando. Un cartel irrepetible que nos recordó por qué seguimos creyendo en la música como herramienta de expresión, lucha y unión.
Fotos y texto: Manu Carmona
Bad Religion





