La Sala Razzmatazz de Barcelona se convirtió en el epicentro de un despliegue de poder musical y emoción única, cuando APOCALYPTICA, la mítica banda finlandesa conocida por su fusión de metal y música clásica, se presentó en la ciudad condal. La banda, que lleva más de 25 años reinventando el concepto de cuarteto de cuerdas, ha logrado mezclar la fuerza del metal con la delicadeza del violonchelo, y como siempre no defraudaron.

La cita comenzaba puntual con los primeros acordes de la intro “The ecstasy of Gold” de Ennio Morricone, un preludio oscuro que abría el telón blanco que cubría el escenario. En cuanto los finlandeses salieron al escenario, la audiencia explotó en vítores. Los tres violonchelos propiedad de Eicca Toppinen, Paavo Lötjönen, y Perttu Kivilaakso se adueñaron de la sala con sus poderosas interpretaciones mezclando la técnica clásica con la brutalidad del metal.

Desde el inicio, Apocalyptica dejó claro que su mezcla de géneros no ha perdido fuerza ni frescura. El setlist recorrió gran parte de los temas más conocidos de Metallica como: “Ride the lightning” con la que empezaron el show, “Creeping death”, “Battery” o “Master of puppets”.

La interacción de la banda con el público barcelonés fue un punto destacado de la noche. Entre canción y canción, los músicos no dudaron en dirigirse al público, y se notaba el cariño que tienen por esta ciudad, que siempre ha sido una parada importante en su gira. La comunión entre los artistas y los asistentes se volvió palpable cuando la sala vibraba al unísono con las notas de "Nothing else matters" o cuando "One" desató una oleada de gritos y aplausos para finalizar una velada para no olvidar.

Apocalyptica abandonó el escenario con el mismo aplomo y energía con la que había entrado, dejando a todos los asistentes con la sensación de haber presenciado algo único e irrepetible.