Salian a escena ANGELUS APATRIDA y desde los primeros acordes, con el tema “Clockwork” la banda demostró que está afilada como nunca: guitarras contundentes, ritmo implacable, voces talladas para el directo.

El vocalista y guitarrista principal, Guillermo Izquierdo, asumió el liderazgo con solvencia, conectando con el público, animando y empujando al pogo colectivo. Los demás miembros mostraron músculo técnico y entrega total: el bajista, la segunda guitarra y la batería construyeron una base sólida que permitió los instantes más explosivos.

El sonido del recinto fue, en general, limpio aunque con la clásica saturación metálica que hace honor al género. En algunos momentos, el volumen llegó a niveles cuasi demoledores.

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Desde los primeros riffs hasta el cierre, hubo empuje constante: cabeceos, manos al aire, círculos de riffing, saltos sincronizados. Una de las escenas que más impacto dejó fue cuando la velocidad se disparó y el público respondió con una ovación inmediata especialmente en temas como; “To whom it may concern”, “Indoctrinate” o “Cold”.

Un momento casi épico: cuando se detuvo ligeramente el ritmo para que Guillermo hablara al público, agradeciéndoles la entrega y destacando lo a gusto que se siente la banda cada vez que actúa en Barcelona, gesto que cimentó aún más la conexión con el respetable.

La banda confirmó que está en un momento sobresaliente de forma despidiéndose del público con “You are next” demostrando que son capaces de competir con los grandes nombres internacionales y ganarse su lugar en los festivales de referencia mundial del metal.