AMFest 2022
06 al 09.10.22 / La Farga de L'Hospitalet
UN FESTIVAL PARA NO PERDERSE
Por causas ajenas al festival Nou Fanzine solo pudo asistir a parte del evento, pero eso no fue un impedimento para hacer un buen seguimiento de las bandas que pudimos contemplar.
Empezábamos la noche del jueves con los finlandeses Oranssi Pazuzu. Habían generado bastante expectación entre los asistentes, destacar los gritos desoladores de su cantante Toni "Ontto" Hietamäki y sobre todo el guitarra Niko "Ikon" Lehdontie, que parecía estar poseído, dando tumbos descalzo por el escenario. Respecto al repertorio que ofrecieron estuvo casi exclusivamente centrado en las canciones del último trabajo de la banda Mestarin kynsi (2020) y solo acordarse del tema que da título a su anterior Värähtelijä.
A medida que pasaba el tiempo la actuación iba a más, hicieron sonar un trombón, pareciendo estar en un barco fantasma entre tinieblas. La banda acabo de redondear su actuación con esa mezcla tan característica de ellos entre black metal, electrónica y psicodelia.
Los finlandeses ofrecieron un auténtico conciertazo que consiguió conectar con la mayoría de los asistentes aunque para mi gusto demasiados alaridos desgarradores.
Era la hora de los americanos Elder, que nos sorprendieron gratamente. El cuarteto de Massachusetts ofreció un gran espectáculo de Stoner progressive rock, destacando la calidad de su guitarra y cantante Nick DiSalvo, siempre bien secundado por Mike Risberg, el otro guitarra y encargado de los coros.
En los setenta minutos interpretaron seis temas de sus cuatro últimos trabajos, suficiente para que el público se viese entusiasmado con el ritmo que ofreció la banda, incluso gran parte del público decidió soltarse la melena y bailar algunas de sus canciones. En definitiva una banda para seguirles sin lugar a duda y no faltar a sus conciertos.
Texto y fotos: Manu Carmona
El viernes continuamos el evento con Svalvard, banda de Bristol (UK), encabezada por Serena Cherry. Los ingleses ofrecieron un buen concierto para los amantes del hardcore más tradicional.
Se enfocaron principalmente en su último trabajo, When I Die, Will I Get Better? (2020), donde la auténtica protagonista sin duda es Serena, a los mandos de su guitarra y las diferentes voces que desempeña, desde guturales a otras más rockeras.
Tuvieron una buena acogida de los asistentes, por la energía que desprendieron y la simpatía de su líder que fue de agradecer.
Seguidamente era el turno para los americanos Foxtails, los de Connecticut, liderados por su vocalista y bajista Blue Luno Solaz, ofrecieron un buen show de experimental screamo. Nadie podía imaginar como esa joven que parecía que acababa de salir del instituto podía dar esos bramidos, y a su vez desenvolverse comodamente con su instrumento. Citar también a Jared Schmidt, el encargado del violín, que llamo la atención a la mayoría de los asistentes, dándole a la formación una toque de singularidad.
Texto y fotos: Manu Carmona
Nos tocaba adentrarnos en la oscuridad de Cult of Luna, dejando claro desde el primer momento que su propuesta es muy importante dentro del post-metal actual. Su espectacular puesta en escena con el enigmático Johannes Persson a la cabeza no deja insatisfecho a nadie. Arrancaron el show con su reciente “Cold Burn” dando paso a las tinieblas con: “I: The Weapon” , “Lights on the Hill” y “Dim”. Terminando por todo lo alto con “Blood Upon Stone”, con la que pudimos presenciar la calidad incomparable de la banda escandinava, que deleitó con uno de los mejores conciertos del festival de esta edición.
Después del viaje al mundo tenebroso que nos ofrecieron los suecos cambiamos el chip por completo para ver a una banda poco conocida en Europa, las japonesas Tricot. El trio nipón desprendió una gran dosis de energía en el escenario, saltando, gritando y disfrutando de lo que le estaban ofreciendo al público, su singular pop-rock desde sol naciente.
Llegó el momento que muchos asistentes estábamos esperando, yo entre ellos, el turno de Caspian, que no habíamos tenido el privilegio de ver antes en directo y teníamos entendido que sus conciertos sonaban aun mejor que sus discos, y era la hora de comprobarlo. Demostraron sin lugar a duda que son imprescindibles dentro del panorama mundial del post-rock, tocando algunos de sus éxitos con gran contundencia y una precisión exquisita como pudimos comprobar con: “The raven”, “Flowers of light”, “Malacoda” o “Rioseco”, transportando a todos los asistentes a mundos lejanos.
Tras 20 años en la carretera la banda de Massachusetts mostro todo su arsenal y dejo satisfecho al respetable, confirmándonos que en directo suenan mejor aun que en sus vinilos.
Texto y fotos: Manu Carmona